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El video se hizo viral y generó todo tipo de comentarios.

Los casos de alienación parental son más comunes de lo que se piensa

Las relaciones humanas son una de las finalidades del ser humano, el hombre necesita relacionarse para crecer, procrear, desarrollarse y sostener a la sociedad en base a reglas de convivencia, de lo contrario, seríamos todos ermitaños.

Pero para que un relacionamiento sea sano, es necesario que las personas que conforman ese círculo, gocen de una buena salud mental y la carencia de esta se ha evidenciado cada vez más en los últimos años. A través de las redes sociales, vimos un video en donde evidencia un mal silencioso que se propaga y ataca principalmente, a las parejas con hijos.

Me refiero a la alienación parental, un problema que se gesta cuando una pareja se separa y utiliza a los hijos como moneda de cambio a fin de dañar al otro, como una herramienta de venganza. Para ejemplos tenemos a montones, padres que se niegan a pasar la prestación de alimentos o madres que se niegan a cumplir con el régimen de relacionamiento o, en casos más graves, inventando denuncias terribles para enviar a su ex a la prisión.

Bueno, esto se vio en redes en estos días cuando una madre identificada como María Lorena Plate, no quería que el padre de su hija, de nombre Luis Augusto Montanaro no le dejaba acercarse a su hija. La pelea se dio en el habitáculo del vehículo de la mujer frente a la niña e incluso le pide a la niña que empuje a su padre.

En el video también se escucha que el padre pedía compartir una hora con la niña y la madre seguía negándose e incluso amenazó diciendo que él no sabe de lo que ella es capaz.

El video fue publicado inicialmente en twitter donde se dio todo un debate y en medio de eso, el hombre dijo que ya tuvo varios episodios dignos de Televisa con la mujer.

Es lamentable cuando se dan este tipo de situaciones porque es el niño o la niña quien acaba con los traumas y pagando las consecuencias de sus desequilibrados padres. Sostengo que uno debe ser responsable en todos los sentidos, no solo económicamente sino también emocionalmente porque todas nuestras acciones repercuten en ellos, así es que gente, piensen bien y si realmente aman a sus hijos, no los usen como monedas de cambio.

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