Una vez más, la balanza de Astrea se inclina hacia un sector, con total descaro.
La diosa Astrea, miembro del panteón de Dioses Griegos, fue la elegida para custodiar la justicia casi en todo el mundo. Ella es hija de la Prudencia y del Pudor y emitía juicios que buscaban siempre la paz entre los habitantes. Ella porta una balanza con dos platos, que simboliza la consideración objetiva de los argumentos de las partes enfrentadas. Además, viene con los ojos vendados para exponer su imparcialidad y su espada simboliza la coerción para imponer las decisiones que adopta.
Estos son los preceptos que la justicia actual debe sostener en la búsqueda de la convivencia de las personas, en pocas palabras, como decía Ulpiano, la justicia es simplemente dar a cada uno lo suyo.
Sin embargo, dolorosamente hablando, en nuestro país, la justicia carece de todas esas cualidades, pues nuestra Astrea, sí tiene los ojos abiertos, sí es coercitiva pero solo para defender a sus favoritos y lo peor, es que inclina su balanza a medida del óbolo.
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Hace horas, se encontró el cadáver de una mujer, qué, casualmente, pedía a gritos ayuda pues venía siendo amedrentada por su ex pareja, como víctima de violencia. Sin embargo, hoy su recuerdo yace en las alas del viento y en las lágrimas de sus seres queridos, quienes se sumergen en la impotencia de una sed de justicia que quien sabe cuándo será saciada.
Así también, hace apenas unas horas, quien les escribe, publicó un chisme de barrio proveído por uno de los seguidores chismosos de esta página, e inmediatamente, se activó el protocolo de la Violencia contra la Mujer con una medida de urgencia para proteger a la fiscal Natalia Silva, quien habría sido la protagonista del chisme que fue compartido en este medio.
Lo peor de todo es que la notificación la recibí a media noche, o sea que evidentemente, la justicia trabaja de forma incansable para sus amigos, sus mimados y sus preferidos, dejando de lado a los ciudadanos comunes que no tienen voz, voto y mucho menos dinero.
¿En manos de quién estamos? Es lamentable que nos sigamos manejando así, ya es descarada la manera en la que ni siquiera se preocupan de ocultar sus tratos indecorosos.