Aideé Vera se despachó en contra de la mediática y pateó en su propia casa.
Durante la semana se armó gran polémica cuando la escrachadora, pseudo guardiana de la moral de este país, Aideé Vera, escrachó a Marly Figueredo en los pasillos del Poder Judicial.
La mujer, a parte de acusarla de ladrona, sin pruebas y entendiendo muy bien cómo viene la situación procesal de la farandulera, también la discriminó por su pasado como modelo, pues lanzó un comentario llamándola “modelito” en tono despectivo.
Lo que no sabíamos era que esta señora es madre de una señorita que también se dedicó al modelaje. Aideé es mamá de Larissa Recalde, una jovencita que trabajó como promotora y también estuvo en Calle 7.
Así es que acá se resume el “la cabra no ve su cola”, pues ella al intentar discriminar a Marly se olvidó que tiene una hija que viene del mismo costal.
La sed de protagonismo de esta señora no tiene límites.