Los caminos del amor a veces son tan cortos.
En una lejana ciudad aproximadamente a unos 500 kilómetros de nuestra capital, hace muchos años atrás, nació un pequeño bebé quien mientras dormía plácidamente en su cuna, recibió la visita de una bruja y ésta le echó una maldición o, quizás es una bendición. Lo cierto es que esta bruja le dijo que cuando creciera sería un trofeo, pero no le especificó que sería un tro-feo ya que no sería muy agraciado físicamente, pero tendría un poder especial, un poder que le permitiría conquistar a las mujeres más lindas del país y llevarlas a conocer paradisiacos lugares.
Pasaron los años y el tro-feo iba tomando forma y así como le dijo la bruja, mientras más poder especial tenía, más feo se ponía, pero contradictoriamente, le llovían las mujeres, las más hermosas del condado.
Era tan próspero con las mujeres que se metió en el centro de un trío amoroso, donde ellas no dudaban en alardear su relación con el tro-feo, pero mientras más alardeaban, las relaciones se hacían cada vez más corta.
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Y fue justo gracias a las redes sociales que se descubrieron estas historias cruzadas, un triángulo en cuyo centro estaba el tro-feo y alrededor, tres mujeres, la ex esposa, la ex novia y la actual, todas con las mismas postales ya que él les lleva a los mismos lugares, capaz tiene alguna membresía o algún cupón de descuento por eso siempre va por ahí.
Esperemos que este señor tro-feo encuentre otras opciones para vacacionar e ir a cenar, porque recursos no le faltan y a la señorita que goza hoy en día de la titularidad, le decimos que disfrute lo más que pueda, porque no sabemos cuanto tiempo puede durar el hechizo del trofeo.
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