El albañil de la Recoleta fue víctima de un exagerado escrache.
El domingo último, la chef Eugenia Aquino acaparó la atención de las redes y de todos los medios tradicionales de comunicación, luego de publicar un video en donde escrachó e insultó al albañil Don Felipe, un señor que trabaja desde hace 40 años en el cementerio de la Recoleta, debido a que él y sus compañeros estaban asando unas patas de pollo y chorizos para el almuerzo.
El enojo de Eugenia fue completamente visceral quien no escatimó a la hora de reclamar que cocinen un asado frente al panteón de su difunto padre y se mantuvo en su posición hasta ayer por la tarde. Por otra parte, Don Felipe recibió la solidaridad de la ciudadanía, quienes a través de las redes se hicieron sentir y muchos de ellos se acercaron hasta donde estaba intentando retomar su vida laboral, pues a consecuencia de lo sucedido, la Municipalidad le prohibió la entrada al camposanto. Por eso, montó una parrillita frente al cementerio y se dispuso a vender asaditos para así seguir llevando el sustento a sus familiares.
Incluso ante la prensa y quien les escribe, Don Felipe pidió disculpas a Eugenia, quien seguía firme e intransigente. No obstante, la Municipalidad tomó el rol de mediador en la situación ya que todo ocurrió en un recinto administrado por dicha institución, logrando así que ambas partes hagan las paces bajar la oleada de ataques que recibió Eugenia, pero aún estamos con la duda de que Don Felipe haya sido restituido en sus quehaceres.
Lo que sí nos comentaron los chismosos churefans es que esta reunión jamás hubiera existido si es que la chef no recibía el ultimátum de las marcas con las que trabaja como influencer, debido al gran apoyo que recibió el albañil. Lo cierto y lo concreto es que esta situación sirvió para demostrar muchas cuestiones, primero, lo agrandados que podemos ser desde nuestro lugar de privilegio y la poca empatía que podemos generar cuando somos presos de nuestras emociones. Además, se vio el desdén que pueden manifestar los más favorecidos en contra de las personas humildes que se tienen que ingeniar ante las carencias que padecemos en nuestro país.
Esperemos que este capítulo se cierre aquí y sobre todo, que Don Felipe pueda continuar trabajando honradamente.
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