Por apañar planilleros y tráfico de influencias.
En el pleno de la Cámara Alta se está desarrollando un hecho que marcará la historia política de nuestro país. Los senadores pidieron la pérdida de investidura de la farandulera senadora Kattya González luego de que se descubriera que apañaba a planilleros en su despacho y traficó influencias para provecho de su equipo y, por ende, el suyo.
Pero más allá del hecho actual, creo que esta es la gota que derramó el barril de show que esta gente, Kattya y sus Katios (Rubén Benítez, Juan Grassi y otros próceres) se encargó de instalar, ellos llevaron la carpa de circo en el Congreso Nacional, sin ningún proyecto de Ley provechoso para el país, sino que acaparando las cámaras con shows baratos de demagogias y artilugios ridículos que le restaron credibilidad a su gestión de legisladora.
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Kattya es una persona que se jactaba de ser impoluta, inteligente, incorruptible, pero al final, resultó ser igual o peor que las lacras que tanto criticó a boca llena. Y ahora, le resta ir a llorar al campito.
Chau Kattya y sus atajacarteras.
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