Tras la construcción de la represa, el departamento de Canindeyú recibió una compensación monetaria por destruir su paisaje.
Antes de que se construya la represa de Itaipú, en la zona de Canindeyú existía un paisaje natural majestuoso que se daba gracias a la maravilla de las cataratas y la fuerza del río Paraná, este paisaje denominado “La Garganta del Diablo”, es una verdadera obra de arte de la naturaleza.
Sin embargo, en nombre del progreso se tuvo que despojar a este departamento de uno de sus atractivos más hermosos, destruyendo todo y dejando solo bloques de cementos para sostener la represa binacional.
En el año 2012, se aprobó una ley por la cual el Gobierno resarció a este departamento por los paisajes perdidos y con dichos fondos se pudo financiar la construcción de costanera, terminal de ómnibus, escuelas, colegios, puestos de salud y otras obras de infraestructura para la defensa de soberanía territorial del Paraguay en frontera.
Pero, tras el anuncio del programa hambre cero, los pobladores temen que los fondos salgan del resarcimiento, es por eso que están planificando una manifestación para defender el derecho adquirido.
Canindeyú grita fuerte que el “El resarcimiento no se toca”.
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