El Coronel José Flor tiene una causa abierta en la justicia ordinaria, pero todo duerme en cajones.
Parece chiste pero es verdad, en este país siempre decimos que la Justicia es selectiva pues hay muchos ladrones de gallinas pagando condenas en las mazmorras mientras otros grandes delincuentes andan campantemente sueltos.
Para muestra tenemos muchas historias, pero lo que sucede en la villa castrense ya es digno de una comedia, en estos días vimos como la justicia tanto ordinaria como militar se movilizó rápidamente ante la viralización de un video donde se ven a oficiales de la unidad escolta presidencial, torturando a sus subalternos.
Sin embargo, los directivos de Viñas Cue gozan de una total impunidad, pues el Coronel José Flor, director de la prisión, cuenta con una causa abierta en la justicia ordinaria por presunto hecho de maltrato y el Mayor Guillermo Moral, tiene en su haber 16 denuncias por el mismo hecho y, aún así, siguen firmes en su puesto, inamovibles como rulos de estatua.
Moral fue denunciado por 16 suboficiales, quienes señalaron haber recibido maltratos verbales, psicológicos y arrestos arbitrarios y todos estos casos están en manos de la fiscal Sonia Sanguinés, quien también maneja el caso del director Flor, pero hasta la fecha, no ha dado explicaciones sobre las denuncias.
A pesar de que existe ya un antecedente del 2019 contra Flor, la fiscal solo ha ido una vez a ver a la supuesta víctima en Viñas Cue, más nada.
Por su parte, Moral fue sometido a un sumario que hasta la fecha no ha tenido ningún finiquito y eso que ya pasaron más de dos meses de la última denuncia.
Sinceramente, estoy empezando a creer que a los expedientes de estos señores se los llevó el raudal, pues no es posible que la justicia sea tan selectiva y tan rápida para obrar en un caso e ignorar completamente otro pese a sus reiteraciones.
