Emilio Agüero fue invitado al programa de Pelusa Rubín y lo lapidaron.
Cuando uno invita a su casa, por lo general, trata de agradar a su invitado, le invita a sentarse, a compartir al menos un vaso de agua para lograr la comodidad del mismo y por, sobre todo, demostrar que somos buenos anfitriones.
Sin embargo, en el Programa Al Estilo Pelusa, hicieron todo lo contrario. La producción invitó al pastor Emilio Agüero para que exponga sus argumentos del porqué dijo durante su prédica que la casa en donde habita un hombre, recibe mayor respeto por parte de otro hombre. Sin embargo, parecía que el pastor fue llevado a un ardid que luego lo condujo directo con sus verdugos.
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Pues más allá de darle la oportunidad de exponer sus ideas, sin juzgar ni hacer juicio de valor y sobre todo, respetando la diversidad de opinión, tanto Pelusa como sus panelistas, Jorge Puig y Fredy Valenzuela, empezaron a atacarlo sin piedad.
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Todos hablando desde sus vivencias personales y demostrando todo tipo de resentimiento social. Una de las cosas que al parecer los comunicadores se olvidan es que nuestro país garantiza la libertad de expresión y si una persona está a favor de la defensa de la familia y de la institución del matrimonio, está en todo su derecho de defender su idea, así como los que tienen pensamientos progresistas lo hacen a diestra y siniestra y pobre del aquel que trate de decirles lo contrario.
Considero también y una total falta de profesionalismo no respetar al invitado y atacarlo sin tregua sólo por la disparidad de pensamiento. Así es que, staff de Pelusa Rubín, vamos a dejar el odio, los rencores y las historias personales fuera para que la ciudadanía tenga lo que se merece, es decir una exposición de ideas imparciales y que sean los televidentes quienes se vuelquen hacia lo que más le guste, sin direccionar ni tratar de forzar hacia tal o cual adoctrinamiento.
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