El mediático desapareció de los medios llamativamente.
Uno de los personajes que surgió de las redes y trepó a los medios fue Dani Duarte, mejor conocido como “La Comadre”, el mismo apareció grabando videos simpáticos en donde parodiaba situaciones cotidianas y así acumuló una gran cantidad de seguidores.
Poco tiempo después, nos enteramos que Dani no solo tenía talento para la comedia, sino que, además, ejecutaba el violín y formaba parte de la orquesta de reciclados, gracias a su talento, recorrió el mundo, habla varios idiomas y todo daba a entender que la farándula descubría a su nuevo “niño prodigio”, gracias al talento y al carisma que parecía tener. Sumado a esto, su origen humilde, ingrediente que siempre suma a la hora de retratar historias lacrimosas.
Pero, el cuento giró inesperadamente y Dani amaneció un día queriendo ser mujer y aquí vino su debacle, se convirtió en Kenny y quiso alzarse con una corona de belleza en un concurso de mujeres, además de eso, se rodeó de gente que le mostró las mieles de la fama: dinero, marcas y flashes por doquier.
Sin embargo, todo eso era solo una fantasía pasajera, pues la magia no se sostuvo y La Comadre fue apagándose poco a poco. En principio, sus marcas fueron desapareciendo y luego, aparecieron denuncias de presuntos maltratos provenientes de Dani hacia sus seguidores o posibles clientes.
Además de esto, varias personas empezaron a afirmar que La Comadre ya no tiene la camioneta que ostentó en su momento y que ya se mudó del departamento de lujo en donde vivía, indicando que Dani se quedó sin plata.
Me llama la atención esta historia porque podríamos estar ante una estrella fugaz, alguien que tocó la gloria y saboreó las mieles que se venden en el copetín mediático, pero que no se supo mantener en el tiempo ni proyectarse para crecer en este mercado.
Vieron que a veces, la soberbia no es buena consejera.
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