Pese a la lista de quejas, el Coronel Flor sigue haciendo de las suyas.
Días atrás, habíamos publicado una novela en torno a las denuncias que saltaron, en las mismas, afirmaban que, en el penal militar de Viñas Cue, aplican torturas y humillaciones a los subalternos militares. Incluso, le prohibieron la entrada al Comisionado del Mecanismo de Prevención de Torturas.
En dicha denuncia, se señaló al director del recinto, el Coronel José Flor, como el presunto responsable de generar este tipo de situaciones medievales. Luego de varias publicaciones realizadas por los medios de prensa, por fin permitieron que ingrese el MNP al penal.
De eso no pasó ni un mes y, a pesar de todo eso e incluso de la existencia de un sumario, el Coronel Flor continúa en su cargo, pero, para agravar el caso, ayer saltó una nueva denuncia de presunta tortura.
Esta vez, el abogado Álvaro Arias, representante de Miguel Insfrán, mejor conocido como “Tío Rico”, quien está recluido en dicha penitenciaría, afirmó que su cliente “está viviendo una situación de tortura,” y que ya “presentó denuncia ante la Fiscalía General del Estado”.
“Él (Insfrán) no puede salir ni un minuto de su celda, tiene las luces prendidas 24 horas del día no puede conversar ni con los guardias ni con los demás internos. Es sometido a torturas psicológicas por parte de los militares”, relató el letrado.
Así también indicó que ya “se abrió una nueva causa” y que “la fiscal Susy Riquelme se constituyó hasta Viñas Cue para constatar”.
#PlanoJudicial | 🗯️
Le consultamos al abogado Álvaro Arias, acerca de la situación procesal de Miguel Insfrán “Tío Rico”
🗣️ “Vamos a solicitar que Miguel Insfrán sea sometido a exámenes psiquiátricos”, comentó
📢 También anunció que “Tío Rico” presentó una denuncia penal… pic.twitter.com/brhkpgdOzR
— MEGA TV (@Megatv_py) September 23, 2023
Por otra parte aseguró que van a “solicitar que (Insfrán) se someta a un tratamiento psiquiátrico y psicológico”.
Asimismo, aseguró que Flor pisotea hasta las disposiciones judiciales, pues una magistrada ordenó una serie de actividades, pero ni el director ni los guardias cumplen con las disposiciones. “No cumplen con las reglas dictadas por los jueces”, disparó el letrado.
¿Hasta cuando la prepotencia de los militares? ¿Quién los protege?
